2/7/14

"Llega la Navidad y necesito el dinero..."

Fred Kennedy (1909–1958), el que lloró por primera vez (como conté aquí) por culpa de la actuación de Rudy Bowman, trabajó como doble-especialista desde 1938 en multitud de películas; sólo de John Ford: "La legión invencible", "Caravana de paz", "El hombre tranquilo", "Río Grande", "Centauros del desierto" y "Misión de audaces"; y de otros, por ejemplo, "Robín de los Bosques", "Las Aventuras de Buffalo Bill" y "Hondo".

En todas las citadas, como especialista que era y dada la época, en ningún momento apareció en los títulos de crédito. Únicamente tuvo un papel de algo más que especialista, y aparecía acreditado como actor, en "Río Grande" a la cual pertenecen estas escenas.



Pero lo que quería contar fue lo ocurrido en su último trabajo cinematográfico, "Misión de Audaces", película de Ford íntegramente dedicada a la Guerra de Secesión a la que dedicaré atención especial en una próxima entrada.

Kennedy trabajaba de mero extra-figurante en la película, pero solicitó a Ford que le permitiera intervenir como especialista en una caída de caballo, por el plus salarial que ello comportaba, ya que estaba pasando por una mala situación económica. Kennedy ya no era joven y Ford se negó en un principio por verlo falto de forma física. Pero Kennedy insistió con el argumento de "llega la Navidad y necesito ese dinero...", y Ford no supo decirle que no.

Kennedy tenía que doblar a Bill Holden en una simple caída del caballo (había hecho centenares a lo largo de su carrera); lo hizo perfectamente (de hecho, se mantiene la escena en la película), y cayó justo donde y como estaba previsto, pero al hacerlo se partió el cuello y murió en el acto.

Ford nunca se perdonó a sí mismo por aquéllo, terminó la película como pudo y se abandonó a la depresión y a la bebida; aunque, la verdad, ese doble abandono le acompañaba desde hace décadas y le duraría hasta su propia muerte.


Ilustración de Jacques Kapralik